Cosechadora con sacudidores de copa y sistemas integrales adaptativos a la morfología de los árboles. Este nombre tan descriptivo y largo pertenece a la patente financiada por la Universidad de Córdoba y desarrollada por los Talleres Mata Campos de Peal del Becerro, en Jaén. Este dispositivo estaba fundamentalmente enfocado al olivar de agricultura tradicional, pero diferentes pruebas lo han derivado también al intensivo, como veremos.
La cosechadora de aceituna, como explica Luis Mata Campos, cuenta con sacudidores laterales de copa. Tiene una especie de peines vibratorios que agitan la copa del olivo para producir el derribo de la aceituna. La ventaja con respecto a otros aparatos similares es que aúna actividades dispersas. ¿Qué quiere decir esto? La recolección habitual de la aceituna tiene por un lado a los dispositivos vibratorios, bien autopropulsados o bien por tractor. Luego está la recolección con manteles o con paraguas. Luego está el trasiego de la aceituna desde el mantón al remolque, mediante recogemantones o fardos. El invento integra estos procesos en uno. «La máquina derriba, la máquina recoge, almacena en su cajón y lo entrega directamente al remolque», explica Mata.
Una objeción posible es que para ello ya existe la cosechadora cabalgante. Sin embargo la cosechadora financiada por la Universidad de Córdoba funciona perfectamente para el olivar intensivo, pero también para el tradicional, para el que fue ideada en principio. En ese sentido, y a pesar de que se adapta a cada árbol, se comprobó que la irregularidad del olivar tradicional impide un funcionamiento rápido y eficiente. No obstante con un poda adecuada que haga regulares los árboles sí funciona con eficacia. Esto hace que el invento de Talleres Mata Campos sea polivalente.
Esta polivalencia se amplía al caso de los tipos de aceituna, ya que el invento -también financiado por la interprofesional del aceite y de la aceituna de mesa- fue planificado para la recolección de la aceituna de mesa, pero se ha mostrado igualmente eficaz con la de almazara. Es decir, el proyecto inicial se ha visto revitalizado por el trabajo en el terreno, que ha abierto nuevos campos en su posible uso.
Actualmente la máquina está en fase de prototipo y esperando la de comercialización a medio plazo. La idea parte de la adolescencia de Mata Campos, que ya pensó en un dispositivo similar hace 22 años, cuando contaba con 16. Desde entonces empezó a darle vueltas a la cabeza para solucionar todos los problemas comentados en el olivar que hay en Andalucía, donde el 70% es tradicional y el 25% intensivo (el resto es olivar en seto). Esto hace que el dispositivo, entre los tradicionales que se pudieran adaptar mediante poda y el intensivo, tenga un amplio campo de acción.
