Ubicada en el número 24 de la calle Cardenal Herrero, la Taberna La Mezquita fue fundada en el año 1888 por Manuel Criado Gómez. Durante más de un siglo, este emblemático establecimiento fue visitado por estudiantes, artistas del teatro y del cine, turistas y cordobeses en general.
Además de su ambiente acogedor y su atención personalizada, la Taberna La Mezquita se destacó por sus famosos boquerones en vinagre, los cuales se preparaban en el mismo lugar y eran muy apreciados por los comensales.
Entre los elementos que decoraban el local, destacaban los numerosos carteles de toros que colgaban de las paredes. Uno de ellos, el telegrama que envió el torero El Guerra a su apoderado para anunciar su retirada de los ruedos en 1899, aún se conserva en la memoria de los que frecuentaron La Mezquita.
A pesar de la fama y popularidad que obtuvo a lo largo de los años, la Taberna La Mezquita cerró sus puertas a finales de los años 90, tras el retiro de Rafael Moyano Escalera, bisnieto de su fundador. Con su cierre, desapareció un legado culinario que perduró por más de un siglo y que fue testigo de innumerables anécdotas, algunas de las cuales se siguen contando hoy en día. Entre las últimas que se comentaban:
“Maestro, qué suerte ha tenido usted de que le pongan la Mezquita frente a la taberna”, le dijo una vez un guasón a Rafael Moyano, a lo que él, siguiendo la broma, le respondió: “Si, gracias a mi cuñado Abderramán”.
Extracto de "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba. 31 de julio de 1988
"LA MEZQUITA'' La Taberna situada en la calle Cardenal Herrero, frente a la Catedral. Fue fundada por D. Manuel Criado Gómez en el año 1888. Actualmente figura de dueño su bisnieto Rafael Moyano Escalera. Yo la he frecuentado mucho, desde mis años estudiantiles. Tenía el abuelo un barrilito de dos arrobas de una solera muy buena, y el Sr. Criado lo bautizó con el nombre de Noel, (no se refería al del arca) y era por motivo de que este escritor y periodista, Eugenio Noel, cuando estaba en Córdoba frecuentaba esta taberna, era amigo del señor Criado y bebía vino de este barrilito sabroso que ostentaba su apellido. Esta taberna, como todas las de su época, tenía una puerta falsa y una piquera o ventanillo interior, donde bebían puritanos y clérigos que no querían ser vistos en el mostrador mezclados con el vulgo, y las mujeres que iban con la botella para llevarla a casa, para su uso en algunos condimentos, o para beberlo, que es lo más seguro. Yo recuerdo algunos usuarios de esta piquera, canónigos, beneficiados, sacristanes y clérigos de menor cuantía. Y muchos señores de abolengo cordobés. Allí había carteles de toros antiquísimos, entre ellos, que aún se conserva, hay uno que dice: " El Rey Ntro. Sor. (que Dios guarde) se ha servido señalar el lunes Veinte y Ocho de Abril de 1783 para la primera fiesta de toros. Que se ha de hacer en la Plaza extramuros de la Puerta de Alcalá, por cuenta de los Reales Hospitales de la Corte, para que sus productos sean invertidos en la curación de pobres y enfermos". Los lidiadores principales serán Joaquín Rodríguez Castillares y José Delgado alias Hillo. Presidirá el Sr. D. José A. Armona, corregidor de esta villa". En otro cuadrito está el telegrama original que mandó el Guerra a su apoderado Julio Aumente, cuando se corto la coleta, Dice así. " Córdoba Alcázar. Puede decir Diario que mañana a las 12 me corto la coleta llegaré exprés. 16 de octubre 1899 Guerrita". El abuelo murió y su nieto Rafael Moyano hizo una reforma de la taberna pero con el cuidado de que no perdiera su añejo sabor. Se hizo famosa por su exquisita especialidad, en el aliño y preparación de los boquerones en vinagre, conocidos en toda España y en el extranjero por las muchas visitas que tiene del turismo, dada su ubicación. Mucho se ha comentado de ella y han recibido hasta recorte de un importante periódico mexicano hablando de ello. Doña María, madre del actual dueño, tiene el secreto de este aliño.