Historia de las tabernas de Córdoba

Taberna El Barril

Descubre la historia del emblemático local en la Puerta Gallegos, El Barril, y cómo ha experimentado diferentes transformaciones a lo largo de los años, desde su época como restaurante de referencia en la ciudad hasta su actual condición de tienda de material de papelería.

Taberna El Barril

El Restaurante el Barril fue un icónico establecimiento ubicado en la Puerta Gallegos, conocido por su estratégica localización como entrada a la zona de Poniente y por ser uno de los grandes restaurantes y tabernas de la ciudad. A pesar de su relevancia histórica, cerró sus puertas como restaurante el 19 de febrero de 2011 y, desde entonces, ha cambiado de giro en varias ocasiones, funcionando actualmente como tienda de material de papelería.

Debido a su privilegiada ubicación, el edificio que hoy en día ocupa una tienda de material de papelería, ha sido sede de diversos negocios de hostelería a lo largo de los años. Durante los años 20, era conocido como la Taberna El Sanatorio y su último propietario bajo esta denominación fue Ambrosio Losada. En 1927, el establecimiento fue adquirido por Antonio Luque, un afamado hostelero cordobés, y en las décadas siguientes, El Barril se convirtió en un lugar muy popular entre los aficionados al fútbol, ya que exhibía en su fachada los resultados de los partidos de Primera y Segunda División, atrayendo a un gran número de seguidores que consultaban sus quinielas. A pesar de que el negocio cerró sus puertas como restaurante en 2011, El Barril siempre será recordado por su rica historia y por haber sido un punto de encuentro para la afición futbolística cordobesa.

Extracto de "Memorias Tabernarias". Manuel Carreño Fuentes en Diario de Córdoba. 12 de febrero 1989

En las Puerta de los Gallegos, hoy Fernández Grilo, se encontraba por los años veinte, esta taberna de José del Rosal.
Taberna frecuentada por abundante y buena clientela y enófilos trascendentales. Allí había mucha afición al dominó y las cartas, y también la lotería , que hoy llaman "Bingo”, con unos cartones mugrientos por el mucho uso en los que se señalaban o apuntaban los números con altramuces y garbanzos morunos.
En esta taberna empezaron los primeros pioneros del fútbol en Córdoba. Ellos jugaban en el llano que había en el paseo de la Victoria, donde hoy están los Jardines del Duque de Rivas.
Titularon al equipo con el nombre de Sporting Club. Se formaban jóvenes de la ciudad, dirigidos por profesionales ya retirados que trabajaban en la Electro-Mecánicas; un tal Barragán y otro Herminio que había sido en su mejores tiempos internacional.
También utilizaban para sus entrenamientos el llano que había en Vista Alegre, donde hoy se ubican los Nuevos Ministerios y la Avenida Conde de Vallellano.
Pocos años más tarde, en una huerta que había a la espalda de los cuarteles de Artillería, Jerónimo Padilla, un señor que había hecho alguna fortuna en América, y que poseía en al ciudad un gran almacén de hierro, construyó el Estadio, América, donde pasó de titular este equipo de fútbol.
Esta taberna, por los años treinta, pasó a propiedad de Antonio Luque, hombre buen conocedor del negocio y la repostería.
La taberna cambió de dueño y de nombre, pues le puso de nombre el “Barril”, nombre que en la actualidad conserva después de sus transformaciones y que sigue de propietario su hijo.
Su otro hijo, Antonio, íntimo amigo mío y compañeros estudiantiles, le sorprendió el Movimiento en Madrid, donde cursaba Filosofía y Letras, y desapareció; durante la guerra no se supo de él, después apareció; vía en un país de la América Latina, donde le deseo que aún viva.
El tiempo todo lo cambia, hoy, el "Barril" es un edificio moderno, confortable y convertido en un magnífico bar restaurante moderno y de un servicio perfectamente atendido. La cliente también ha cambiado, matrimonios y personal correcto, se acabó la algarabía estudiantil y los jugadores de dominó con sus polémicas.

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