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Con apenas cuatro meses de vida, la empresa Quantic Pro acaba de iniciar su andadura agrupando a numerosos trabajadores con amplísima experiencia. Su fundador, Juan José Cuevas, es un ejemplo de adaptación y acumulación de conocimiento en diversos campos. Con sede en Córdoba y oficinas comerciales en Sevilla, Málaga, Ciudad Real y Madrid, esta empresa cordobesa pretende dar todo tipo de servicios tecnológicos a una clientela que va desde el autónomo a la gran compañía.
– ¿Cómo empezó su carrera profesional?
– Pues no tiene que ver mucho con mi dedicación posterior. Estudié administrativo y luego me formé en administración de empresas. Empecé a trabajar como contable del departamento de acreedores del hospital San Juan de Dios a la vez que en un despacho de abogados de la calle Gondomar llevando asesoría laboral, fiscal y contable, siempre muy vinculado al sector joyero, del que procede mi familia. A mí con eso de estar en el despacho todo el día...se me caía el techo. Y un cliente que me veía aptitudes para la venta me hizo una propuesta para la empresa de fotocopiadoras e impresoras multifuncionales Xerox. Acepté y me convertí en su ejecutivo de ventas del 2000 al 2003. La carrera comercial me llamaba mucho la atención.
– Deja por tanto aquello de estar metido en el despacho por estar en la calle. ¿Cómo era aquel trabajo comercial de hace más de veinte años?
– Por un lado había una estrategia por parte de la compañía. Por otro una parte de puerta fría sobre todo en polígonos industriales. Era la venta a la antigua usanza. Yo era una persona bastante echada para adelante, creía en mis posibilidades y lo que hacía era llenar el coche de máquinas porque creía que las iba a vender. Y había días que no...pero había muchos días que sí.
– ¿Tuvo algún récord personal en ese aspecto?
– Sí, y por esa venta cambió mi carrera profesional. Tuve una operación de 25 millones de las antiguas pesetas. La venta fue para el Grupo de Acción Local Campiña Sur. Yo facturaba en máquinas al año entre 30 y 35 millones. En aquellos años los GDR's tenían fondos FEDER para la transformación digital . Esta operación se realizó entre este grupo y e Ingenova Consulting, la consultora que había creado dicho grupo gracias a un proyecto para romper la brecha digital que había en el mundo rural, aportando sobre todo soluciones de telecomunicaciones, como wifi o wimax, recordemos que ni llegaba el ADSL.
– ¿Cómo se concretó semejante operación?
– El gerente de la consultora nos reúne a todas las compañías del sector en una habitación, y nos dice: "defended vuestro proyecto". Todo esto delante de la competencia en una mesa de juntas.
– Pero, ¿antes de la reunión sabíais que tal exposición se iba a producir?
– Nada de nada.
– O sea, una pequeña encerrona entre comillas...
– Totalmente. Yo era el último, y cuando me llega el turno me di cuenta de que mi propuesta era la más cara.
– Ostras...
– Me dije: "lo tengo complicado". La defendí lo mejor que pude. Cuando salimos me llama la secretaria y me dice que vuelva a entrar. Y el gerente me dice: "me ha encantado cómo has defendido tu propuesta siendo la más cara, no te has achicado". Y añadió "voy a firmar contigo pero con una condición: que te vengas conmigo de director comercial". Acepté y eso supuso un cambio al entrar en una consultora de telecomunicaciones como director comercial y de márketing.
– ¿Qué cambios supusieron?
– Me abrió a un mercado muy importante. El 90% de sus trabajos eran municipales, desde trabajo en Ayuntamientos a conectar pedanías o dar servicios de internet a poblaciones que no lo tenían. Llegamos a montar 11.000 kilómetros de una red wi-fi en toda la Campiña Sur.
– Hay que recordar que eran los momentos incipientes de internet
– Claro. A mí todo eso me sirvió primero para aprender a desarrollar una venta consultiva, no una venta agresiva y a precio, también a organizar un departamento comercial. Y además empecé a montar un departamento de márketing y tele-márketing. También me enseñó a trabajar con la administración pública, con la que nunca había trabajado.
– ¿Y es más fácil o más difícil que con la parte privada?
– Ehhhhhh...bueno...[ríe]. Es más complejo siempre el perfil político. Y más lento.
– ¿Cuántos tiempo estuvo en la consultora?
– Del 2003 al 2007. Hubo una serie de cambios y a la vez yo quería desarrollar una estrategia de desarrollo de negocio con el tejijo empresarial, pero al no aceptarse, decidí dejar la empresa. Empecé a darle forma a mi proyecto de consultoría tecnológica, pero en ese momento acepté una oferta para trabajar en una consultora del Rincón de la Victoria, en Málaga. Se llamaba Consoltic y era un modelo de franquicia tecnológica dentro de la consultoría empresarial. Además era una empresa de recursos muy potentes. Acordé estar allí un tiempo para montar el departamento comercial. Allí aprendí mucho y de hecho tuve a muchos compañeros que luego montaron grandes consultoras tecnológicas. Terminé allí y creé Sincorp Technologies cerca del 2010. Tenía un equipo de cuatro desarrolladores y estábamos muy metidos en implantación de herramientas de Microsoft. ¿Qué pasa? Me di cuenta de que eran proyectos de larga maduración. Intento entonces incorporar servicios de ciclo corto, que generen un cash mensual, como desarrollo web, app's, márketing digital, protección de datos o formación... algo más del día a día. Me di cuenta de que no tenía capacidad. Tras una serie de rondas con business angels, posibles inversores y bancos. Las cosas no salieron como quería y justo ahí se me cruza una gran empresa, como Aicor, de la que entro a formar parte de su plantilla y más tarde como socio de la firma.
– ¿Cuál fue su trabajo en Aicor?
– Me hice cargo de la dirección de desarrollo de negocio. Han sido años de trabajar con un gran equipo y con mis socios codo con codo. Implanté el departamento de fuerza de ventas cuando llegué, y además el departamento de márketing y tele-márketing. Por una serie de motivos profesionales internos, tomo la decisión propia de salir de Aicor después de 10 años. Y en noviembre del 2022, hace sólo unos meses, surge la propuesta de montar Quantic Pro. Nuestros tres pilares son desarrollo de soluciones, formación y derecho digital.
CRECIMIENTO INMEDIATO
– ¿A qué tipo de clientes se dirigen?
– Desde el autónomo o la micropyme a la gran cuenta, administración pública, sector educativo o de salud. ¿Por qué? Porque tenemos soluciones desde una web para un autónomo o un tpv para un restaurante hasta la implementación de Microsoft Navision en grandes compañías o desarrollos a medida.
– En Córdoba predominan en un altísimo porcentaje las pequeñas o muy pequeñas empresas de sectores como el comercio o la hostelería. ¿En qué momento están en cuanto a transformación digital?
– Tenemos clientes de estos sectores. En ambos hay quien está dando pasos agigantados para la transformación digital, pero queda muchísimo por hacer. Antes las inversiones les venían cuesta arriba y ahora ese aspecto está cambiando gracias al kit digital. Muchos ya empiezan a tener una imagen en internet y a optimizar sus procesos internos con herramientas de gestión y accediendo al márketing digital.
– A propósito del kit digital me encuentro opiniones de todo tipo en el campo empresarial. ¿Piensa por tanto que está siendo útil?
– Nosotros, al haber empezado hace tan poco tiempo, aún no estamos homologados en el kit digital, pero trabajamos con empresas desarrolladoras que sí lo están. Con respecto a ellas, los proveedores, el kit digital se podría mejorar en cuanto a procedimientos o formas de pago, que son algo tediosos y lentos. Para las empresas que lo reciben es bueno siempre. Les hace abrir los ojos y avanzar en su transformación, lo que nos permite que podamos seguir ofreciéndoles otros servicios. Por ejemplo empiezan a animarse a hacer inversiones en la parte de seguridad o procesos.