En septiembre de 2017, los hosteleros cordobeses se reunieron en la plaza de toros de Los Califas para abordar el asunto de los veladores o terrazas. Parecía que aquel encuentro podía ser el germen de una mayor cohesión del sector no sólo ante ese problema en concreto, sino ante otros muchos y comunes. No sucedió así, como recuerda Miguel Ángel Morales, presidente de la asociación de hosteleros Horeca Córdoba, que empezó su andadura en febrero de este año 2022.
En este caso, la necesidad de agruparse de, por ahora, 217 hosteleros, partió de la situación producida por la pandemia. «Estábamos cansados de que no se luchara por la defensa de los intereses generales, sino solamente de unos pocos», declara el responsable -junto a su padre y hermano- del conocido bar Los Chopos, ahora en María la Judía y durante décadas en la calle que le dio nombre. Como ejemplo recuerda el pasaporte-covid, «se dijo que todos estábamos de acuerdo y era mentira, eso fue la gota que colmó el vaso junto al pisoteo después del confinamiento».
Las primeras rondas de contactos de Horeca Córdoba contaban con menos de diez hosteleros. Pero las demandas del sector sumaron apoyos muy pronto hasta sobrepasar los doscientos. La normativa covid, el asunto de las licencias y, como siempre, el de los veladores, constituyeron las bases de los primeros objetivos de la asociación. La situación generada por la subida de los precios de la electricidad y multitud de productos han añadido más contenido a las reivindicaciones de un sector que además se topa, como recuerda Morales, con la falta de personal formado y la competencia desleal precisamente por los veladores sin licencia, «algo que altera la paz y el buen entendimiento que hay entre los ciudadanos y el sector». En ese sentido, detalla que ahora mismo existen en la provincia 5.000 establecimientos con ese tipo de licencia.
De momento, y a falta de página web o redes sociales, Horeca Córdoba se organiza en torno a un grupo de whatsapp y el correo electrónico. Curiosamente, su presidente resalta que algunos miembros no quieren aparecer en ese grupo de whatsapp por miedo a represalias. «Nos han tachado de separar, de desunir a la hostelería, cuando la mayoría de los establecimientos son pequeñas y medianas empresas: familias, autónomos o incluso personas solas; y esas personas son las que están luchando para que a final de mes les llegue su sueldecito. Por esa lucha es por la que tenemos que estar más unidos que nunca».
Entre los próximos objetivos de la asociación está conseguir reunir a los socios ante una central de compras que pueda abaratar costes, un asunto complejo que sin embargo ya está tratándose. De momento los principales obstáculos son la fluctuación de los precios en algunos productos o incluso los potenciales impagos de quien pueda añadirse en principio a la iniciativa. «Para tener una central de compras es necesario sota, caballo y rey», apunta Morales.