Al frente José Agustín Berrocal y Francisco Jesús Carmona

El Pórtico de San Lorenzo abre sus puertas renovando el concepto de taberna antigua

El Pórtico de San Lorenzo abre sus puertas renovando el concepto de taberna antigua

Hace tan sólo unas semanas abría El Pórtico de San Lorenzo en un histórico local de Córdoba que alojó a establecimientos tan conocidos como Taberna San Lorenzo o tiempo atrás Casa Bartolo, además de otros muchos. Al frente José Agustín Berrocal y el jefe de cocina Francisco Jesús Carmona. Junto a ellos otros dos socios: Álvaro Pérez y Rafael Rojano.

Berrocal estudió diseño gráfico y filología hispánica, y trabajaba en los últimos años en un despacho de abogados. Él fue el principal impulsor de esta idea junto a Carmona, que ejercía de jefe de cocina en La Siesta. «Como clientes siempre habíamos pensado en montar un bar como a nosotros nos gustaría que fuera», precisa Berrocal, persona muy interesada también en el mundo del vino. Las ganas de montar un negocio de hostelería se dirigían sobre todo a un local pequeño y manejable centrado en las tapas. Pero entonces surgió la oportunidad de quedarse con el traspaso de La Taberna de San Lorenzo.

El Pórtico de San Lorenzo abre sus puertas renovando el concepto de taberna antigua

José Agustín Berrocal y Francisco Jesús Carmona

«Hemos mantenido el San Lorenzo y cambiamos la Taberna por El Pórtico, ya que el local y la terraza están en línea recta con respecto al pórtico de la Iglesia». Así que ese plan de sitio pequeño y  tapas cambió a un lugar más grande (13 mesas en el interior con una barra larga, 12 mesas fuera con otras cuatro altas) y sobre todo, como se preveía, muy concurrido desde el principio por su situación la cercanía de otros establecimientos (Casa Luis, Tu Momento, La Cuchara) que forman un sólido núcleo gastronómico en el lugar.

El Pórtico de San Lorenzo no sólo supone un cambio de nombre parcial, sino también en cuanto a concepto y aspecto. Tras un considerable lavado de cara luce como nuevo, buscando una estética que recuerde a las tabernas de siempre sin dejar de tener un punto más contemporáneo. Resulta muy habitual que las viejas barras largas se reduzcan cuando hay una reforma, con el objeto de aumentar las mesas de la sala. En este caso se ha respetado la barra a la antigua, un aliciente más conforme menos barras de este tipo van quedando en Córdoba.

LA GASTRONOMÍA Y LOS VINOS

El Pórtico de San Lorenzo se estrenó por todo lo alto el jueves antes del Viernes de Dolores, por lo que muchos cordobeses  han podido conocer ya su oferta a pesar de llevar tan poquito tiempo abierto. ¿En qué consiste? Fundamentalmente en comida tradicional con un toque moderno. «Queríamos mantener la taberna de toda la vida, con la gente tapeando en la barra, con las mesas donde ya se pueda sentar el cliente como en un restaurante». Entre los platos que destaca Berrocal están el rabo de toro al palo cortado, las puntas de solomillo al oloroso y el bacalao o los langostinos, ambos confitados en fino. Junto a ellas el gran éxito, por el momento, de esta taberna-restaurante: las croquetas. Se han vendido por miles, literalmente, en las primeras semanas. También hay platos como pan bao de rabo de toro o gyozas de pato como forma de complementar la oferta de la plaza, la tratarse de propuestas menos habituales en el barrio.

El vino, como indicamos anteriormente, es otro de los aspectos a destacar. El punto fuerte son los generosos de Montilla-Moriles, aunque cuentan con vinos de Jerez también. Siete finos distintos, palo cortado, cream, amontillado, fino pasado y espumosos cordobeses harán las delicias de los catadores. Además, parte de la decoración igualmente remite al vino de la tierra.

El Pórtico de San Lorenzo abre de 12:00 a cierre por la noche, salvo martes, miércoles y jueves, que cierran por la tarde hasta abrir de nuevo a las 20:00. A partir de septiembre ampliarán el horario al incluir los desayunos.

 

 

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