El sector hostelero en Córdoba está enfrentando tiempos de cambio y desafíos inéditos. Desde olas de calor hasta una evolución en la estructura empresarial, estos son tiempos difíciles para quienes se ganan la vida en bares, restaurantes y otros establecimientos relacionados.
Un verano para olvidar
Las ventas en la hostelería han caído significativamente en el último verano, marcando un récord negativo para muchos propietarios de bares y restaurantes.
En una encuesta de principios de septiembre realizada en el grupo de asociados de Hostecor y donde respondieron 50 empresarios, el 70% de los hosteleros indicaban que este verano había sido peor o mucho peor que veranos anteriores.
Aunque los meses de julio y agosto nunca fueron terribles para la hostelería del casco histórico de la ciudad, este año sí se ha dejado notar la crisis aunque en menor medida que en los barrios de la ciudad.
Las cuatro olas de calor este verano han dejado calles y terrazas vacías. Alfredo Romeo, copropietario del Mirador del Río reflexionaba sobre el impacto en las mismas. 
"Con estas temperaturas, la franja de venta queda reducida a no más de 2-3 horas al día para los restaurantes por la noche y especialmente los días que no hacía calor; al mediodía y entre semana, la ciudad estaba muerta"
Menor número de autónomos pero mayor número de empleados
Los datos sugieren una transformación significativa en la estructura empresarial del sector hostelero en Córdoba entre agosto de 2019 y agosto de 2023. Si bien el número de empleados en régimen general ha aumentado, pasando de 12.213 a 13.371, el número de autónomos ha disminuido, de 4.589 a 4.419.
Esta tendencia señala por una parte que las nuevas empresas que están abriendo son en general más grandes y a menudo están formadas por varios socios. Al mismo tiempo, los pequeños bares y restaurantes regentados por autónomos decrecen como consecuencia de un cambio de tendencia en el tipo de restauración perseguida.
Aumento en los costes de materia prima y personal
La escalada en los costes de la materia prima está ejerciendo una presión financiera sin precedentes sobre el sector hostelero en Córdoba. En un periodo de tan solo tres años, hemos visto incrementos alarmantes en el coste de ingredientes esenciales: un 50% en el caso de la cerveza, un 30% en el del pan y un asombroso 500% en el precio del aceite de oliva por nombrar algunos.
Este aumento en los costes, combinado con un salario mínimo para los camareros de 1.310€ netos, que representa casi 2.000€ de coste total para la empresa, crea una ecuación económica muy desafiante.
Con estos costes, cada personal contratado en el sector, tendría que generar al menos 5.500€-6.000€ mensuales para mantener una operación sostenible, lo cual pone de manifiesto la fragilidad financiera que muchos establecimientos están enfrentando en estos tiempos.
Una nueva generación de trabajadores
Los trabajadores de la nueva generación están irrumpiendo en el sector hostelero con un conjunto de valores y expectativas que representan tanto una oportunidad como un desafío para los empleadores. Mientras que cada individuo es único, hay una tendencia notable hacia la valoración de la flexibilidad laboral, la sostenibilidad y el bienestar en el lugar de trabajo. Estos valores pueden entrar en conflicto con las tradiciones y las prácticas de un sector a menudo caracterizado por horarios largos y condiciones de trabajo exigentes.
Por lo tanto, los hosteleros se enfrentan al reto de adaptar sus modelos de negocio y cultura corporativa para atraer y retener a esta nueva fuerza laboral. Este ajuste no solo es necesario para la sostenibilidad a largo plazo, sino que también podría ser un catalizador para la innovación y la mejora en la industria.
Cierre de establecimientos
La presión financiera y los cambios en el mercado han provocado el cierre de numerosos establecimientos en toda la ciudad, y en todo tipo de barrios: Restaurante La Tinaja, La Nena, Verde y Albero, Restaurante El Laurel, etc. son algunos de los centenares de establecimientos que han cerrado en los últimos tiempos.
Restauración cada día más organizada
Algunos de los establecimientos que han abierto en los últimos meses corresponden a restauración organizada en régimen de franquicias como han sido las aperturas de Taco Bell en la avenida del Brillante y el Centro Comercial El Arcángel o Popeyes también en este último. 
Pero no sólo han abierto establecimientos de restauración organizada de la ciudad o en régimen de franquicia. En los últimos tiempos destacan la apertura de establecimientos hosteleros que han teniedo éxito en sus ciudades de origen como La Factoría del Ratón Pérez de Pozoblanco, Vaquena Burger, en Cabra, esta última que ha recibido un Solete o L.San nuevo restaurante japonés que ha abierto en Gran Capitán.
Además, cuando cierra un restaurante y especialmente en localizaciones premium, normalmente abre otro negocio; pero también se reciclan como la taberna La Carbonería que pronto será transformada en una restaurante de comida italiana en línea con otros establecimientos de reciente apertura.
Una patronal divivida en varias
La imagen predominante del sector en Córdoba podría asociarse con las patronales existentes en la ciudad, siendo Hostecor, la asociación pionera del sector hostelero, un claro referente. Actualmente, Hostecor está atravesando un proceso electoral, con elecciones programadas para el 4 de noviembr enfrentándose, además, a una situación financiera que podría describirse, siendo generosos, como delicada.
La demanda por una mayor profesionalización en el sector, la necesidad de establecer acuerdos de compra y la simplificación en la contratación de personal son las principales inquietudes expresadas por los miembros de Hostecor en una reciente encuesta sobre sus expectativas hacia la asociación.
Profesionalización del sector
Las complejidades y desafíos que enfrenta el sector hostelero en Córdoba necesitan una estrategia multifacética para la supervivencia y el crecimiento. El tiempo dirá si los cambios actuales son una anomalía o el inicio de una nueva normalidad en la industria.
