«Nosotros no vendemos juegos, vendemos ocio en familia», afirma el CEO de ‘Átomo games‘, Raúl López, que junto a Juan Carlos Ruiz y Jorge Rodríguez, son los responsables de esta starup cordobesa dedicada a los juegos de mesa y al estilo tradicional, con tablero. Ese lema se une al resto de los estandartes de esta empresa junto a que son, como indica, made in Spain, «trabajamos con autores e ilustradores españoles y fabricando en España, con el esfuerzo que eso supone». Por último entienden el juego como una herramienta de aprendizaje.
‘Átomo games’ parte de la afición a los juegos de mesa y los juegos de rol de los responsables de la empresa. Pero hubo un desencadenante. Cuando nació el hijo de López, empezó a inventarse juegos de tablero para divertirse con él. Uno de ellos gustó mucho. Se llama ‘Mascotas’ y fue finalista en un concurso de juegos. «Lo produjimos, comercializamos y fue un éxito de ventas».
A partir de ahí empezaron a funcionar con otros títulos. La cosa iba tan bien que dejaron sus trabajos anteriores: Raúl López era químico, Juan Carlos Ruiz maestro y Rodríguez trabajaba en un departamento de I+D+I. «La decisión fue arriesgada, y todavía sigue siendo un riesgo, pero este trabajo consistente en crear y comercializar juegos para jugar con los hijos es muy satisfactorio».
‘Átomo games’ cuenta actualmente con unos 40 juegos en su catálogo, todos -como dijimos- de autores españoles. Pero los responsables de la empresa, una vez vieron el éxito de ‘Mascotas’, han seguido inventando juegos propios, entre ellos ‘Cakes!’ (el jugador compite para ser el mejor pastelero), ‘Looping’ (basado en una montaña rusa), ‘Story colors’ (donde se inventan historias), ‘Chuches’ (el ganador es el que consigue más gominolas de una piñata), ‘Babydino’ (un juego de dados y formación de figuras) o varios de una línea educativa llamada ‘Club-A’. También destaca a autores como Manu Sánchez, (‘El castillo del terror’) o Jesús Torres (‘Patios’, sobre los patios de Córdoba).
Con respecto a la creación de juegos, López indica que al final son matemáticas, y que primero hay que ponerse en la piel del niño para adecuar el nivel de dificultad. «El proceso de crear un juego de mesa parte de la idea, luego viene el proceso de comprobar que esa idea funciona, más tarde hay que pensar qué componentes lleva, más tarde se diseña, se ilustra, se hace el diseño gráfico, se traduce en nuestro caso a cuatro idiomas -español, inglés, alemán y francés- y le mandamos todo a nuestra fábrica en Madrid».
La empresa lo comercializa directamente en su web y lo distribuye a distintos puntos de venta, entre los que se encuentran multitud de librerías, establecimientos especializados o cadenas de tiendas tan conocidas como la ‘Fnac’.
A pesar de la competencia del mundo de las pantallas y de las consolas, Raúl López cree que los juegos de mesa han recobrado nuevos bríos primero por su evolución, y segundo porque «muchos padres están cansados de tanto elemento digital y buscan otro tipo de juegos en familia». Curiosamente, como indica este empresario, el confinamiento por la crisis sanitaria potenció además la búsqueda de esa forma de reunión familiar. A todo eso hay que añadir que los juegos de mesa «son un ocio económico». Y por si fuera poco la confluencia de ideas, figuras, ilustraciones, elementos diversos y diseños los convierten en muchas ocasiones en pequeñas joyas de la creatividad.
La empresa cumple en este 2022 cinco años, así que ¡felicidades!