El Salón de Uñas Cristina Díaz va a continuar con su proceso de expansión, abriendo un nuevo local tras el Día de San Rafael en la calle Reyes Católicos. El establecimiento se une así al inaugurado el pasado febrero en la calle Sagunto y al primero de todos ellos, situado muy cerquita, en la calle Doctor Manuel Villegas.
La empresa surge de lo que Díaz denomina con gran sentido del humor un «chispazo». Con trabajo como dependienta en diversas tiendas de artículos y ropa para bebés, mantenía dentro precisamente esa chispa de otra vocación: la del trabajo con uñas y pestañas, labor que le encantaba y que consolidó gracias a un curso de uñas de gel y esmalte permanente. Hasta entonces la había retenido el alto precio de los materiales.
Pero una vez terminada la formación nada la detuvo y se adaptó a las circunstancias, abriendo su negocio como autónoma en una habitación de casa de su madre, en Agrupación Córdoba. El fenómeno boca a oído y las redes sociales, en especial Instagram, hicieron el resto, y el proyecto se consolidó con tantas clientas que llegó hasta a tener que contar con ayuda de otra persona, además de con numerosos trabajos a domicilio.
El siguiente paso fue la apertura del primer local, el de Doctor Manuel Villegas, algo influido por la llegada de su segundo hijo. Firmó el contrato para contar con el espacio justo el día del confinamiento, por lo que los inicios fueron más que particulares hasta que consiguió abrirlo el 22 de junio del 2020. Mientras existieron restricciones fuertes había trasladado el negocio a su casa de La Colina. Nunca paró de recibir clientas.
¿Qué ofrece el Salón de Uñas Cristina Díaz? Fundamentalmente manicura, pedicura, extensión y lifting de pestañas. Una vez al mes también se dedican a la depilación con láser de diodo.
La empresa ejerce también de academia, ofreciendo cursos de formación -tanto individuales como para grupos- de todas las materias a las que se dedican. A su vez cuentan con tienda de productos de belleza.
Los establecimientos se caracterizan por ser diáfanos, con el trabajo muy a la vista, incluso en parte desde la calle.
De esta forma continúa el crecimiento rapidísimo de un proyecto que surgió de una habitación y en sólo dos años cuenta ya con tres locales abiertos y superando los rigores del confinamiento. Todo un logro para el sector empresarial cordobés y el sector de la belleza en concreto.