Entrevista

Manuel Padilla: «tener un coach en cada pyme es casi obligatorio»

Manuel Padilla: «tener un coach en cada pyme es casi obligatorio»

Empezó a trabajar como tantos cordobeses en el sector de la joya muy jovencito. Manuel Padilla se forjó a partir de ahí una trayectoria todoterreno, donde entraba desde el manejo de maquinaria o la rotulación hasta el sector comercial, donde se afianzó debido a sus dotes de comunicación. A mediados de la primera década del siglo XXI empezó a adentrarse en el mundo del coaching con cursos de CEU dentro de Fórum Filatélico y más tarde con Diamond Building. Actualmente ofrece sus servicios a particulares o empresas, incluso ha trabajado con clubes deportivos. Con él Datta Capital se adentra de forma general en este mundo tan de moda y a la vez desconocido por gran parte del público.

¿Qué le atrajo del mundo del coaching?

El trabajar con personas, ayudar a otros a conseguir resultados.

¿Qué aprendió en esos cursos?

Habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, ¡qué importante la inteligencia emocional! Para mí tendría que ser una asignatura obligatoria. O todas las inteligencias, musical, artística, porque ¿ a cuántos  niños se les ha cortado una carrera por frenarlos en sus capacidades, habilidades y talentos?

¿En qué consiste la formación?

Se trabaja con muchísimas disciplinas y es todo muy práctico y con una gran cantidad de herramientas, por ejemplo programación neurolingüística, algo que trabaja mucho Tony Robbins, de “Poder sin límites”. Consiste en entender el lenguaje y la comunicación, también su enfoque. No todos nos comunicamos igual, unos son más sinestésicos, otros más visuales o auditivos, en gran medida dependiendo de lo que aprendieron de niños.

¿Hacia dónde quería llevar el coaching?

Primero para mí. Luego a la parte comercial como herramienta.

¿Y le ha servido como comercial?

Totalmente, tengo una debilidad que tengo que entrenar y es que hablo más de la cuenta [ríe].

Una vez obtuvo la formación en coaching, ¿cuál fue su primera experiencia laboral?

He hecho mucho coaching para mujeres, desde clases personales a empresarias, es decir, para cualquier necesidad que se pueda tener. Con ellas tras un análisis se desarrolla un plan de trabajo que requiere, como mínimo, de seis meses. No se puede cambiar algo en un chasquido de dedos.

¿Qué desean cambiar?

Me han venido con  todo tipo de problemas, desde la pareja a asuntos profesionales, como no sentirse bien con un compañero o con su jefe. Cualquier problema laboral puede contar con su proceso de coaching.

¿Qué diferencia habría con respecto a la psicología?

Es algo precisamente que hablamos con los propios psicólogos. Son dos ámbitos diferentes. El coaching va más a la acción y la práctica, mientras que la psicología es más clínica. Si un cliente viene a mí y veo que su problema entra más en el ámbito psicológico lo derivo directamente. Son disciplinas que no se solapan, hasta el punto de que cada vez más psicólogos aplican herramientas de coaching en sus terapias.

Usted trabajó también con clubes de fútbol.

Sí, estuve trabajando como “segundo” con el Real Jaén, además de con otros clubes más pequeños.

¿Cómo se aplica el coaching al fútbol?

Se aplica de una forma espectacular. Lo hemos visto en el mundial con el caso de España, donde lanzaron los penaltis asustados. El coaching puede aportar concentración al deportista gracias a trabajar con sus miedos y creencias. Hoy día el coaching no sólo ha llegado al mundo del deporte, sino al de las grandes empresas tecnológicas o a la política.

Córdoba tiene un tejido empresarial compuesto en un altísimo porcentaje por pymes, es decir, empresas donde no hay ningún trabajador, o si acaso uno o dos, poco más. ¿Son propicias este tipo de empresas para el coaching?

Actualmente diría que un coach en estas empresas no es obligatorio, pero casi. Lo bueno que tiene el coaching, al trabajar con herramientas de dinamización y cohesión, es que fomenta mucho la inteligencia emocional. Y este tipo de inteligencia ya entra desde el mismo proceso de selección de personal, tanto por parte de la empresa como del propio candidato. La inteligencia emocional te hace entenderte tú primero, y luego entender al otro.

¿Cualquiera podría ser coach o se necesita de alguna características personal?

Cualquiera puede serlo, por supuesto tienes que tener el deseo y la curiosidad. Es como cuando eliges una profesión y tienes cierta vocación. Lo comparo en Córdoba con la medicina o la abogacía, donde tantas personas han seguido la tradición familiar sin tener vocación. Eso ha dado como resultado que haya muchos profesionales desganados y sin pasión alguna. Fueron médicos o abogados por que lo fue su papá o su mamá. En cierto modo fueron obligados y al final profesionales desanimados y apáticos.

Ha hablado de que la gente acude al coaching porque busca un cambio, cuáles son los motivos principales de esta búsqueda?

Cambiamos por un shock, porque lo elegimos o bien porque un factor externo nos motiva, por ejemplo una película. Pero fundamentalmente por un shock.

Fundamentalmente cambiamos por un shock

¿Con el auge que está cobrando el coaching? ¿Cómo puede saber una empresa dónde hay calidad de contenido y dónde más bien palabrería?

Comparto opiniones en muchos grupos de whatssapp, y el otro día una chica decía que el coaching era lo mismo que el multinivel o una estafa piramidal. En primer lugar recomiendo información. Hay canales de sobra para que cualquier persona lo haga. Al margen de eso mi filosofía del coaching es sobre todo práctica y por tanto se asemeja al aprendizaje con un buen maestro. ¿Qué es un buen maestro? Aquel con el que el alumno se va con más ganas de aprender y quiera volver mañana. Yo además personalizo mucho y aplico otros conocimientos que tengo relacionados con la meditación o el reikki.

A veces en la red se ven procesos de coaching especialmente atrevidos o llamativos.

Hay una vertiente del coaching que se trabaja mucho y que consiste en la motivación eufórica. Yo por ejemplo he llegado a caminar sobre brasas o sobre cristales para empoderarme, perder el miedo y saber que puedes realizar cualquier propuesta que te hagas. Hasta he roto flechas de tiro con arco con la garganta [ríe].

Al margen del ámbito de la mujer y la empresa, ¿ha aplicado el coaching en otras áreas?

Sí, por ejemplo en el llamado networking, donde he realizado en el restaurante El Mirador del Río unas sesiones llamadas “café coaching” para poner en contacto a empresarios. Ahora estoy poniendo en marcha un proyecto de coaching para comercios y empresas  de Córdoba en el que me gustaría que colaborase el Ayuntamiento.

¿Confluirá en breve el coaching con la inteligencia artificial?

Por supuesto. No van a suplir a la inteligencia humana pero no me cabe la menor duda de que habrá inteligencias artificiales que serán coach.

 

 

 

 

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