A Lola Espinosa le gustó la moda desde pequeña y empezó su formación en este campo hace más de 30 años, «en la época en la que estudié patronaje, que eran los 80, había un boom: la moda de España; todos éramos diseñadores, y yo fui parte de ese boom», recuerda la responsable de la Escuela de Patronaje y Moda La Mariposa de Hilo, que cuenta con sus instalaciones en el edificio Las Lonjas.
Esta empresa que moderniza el concepto de patronaje y confección empezó su andadura hace algo más de cinco años cuando Espinosa detectó la necesidad de aplicar una metodología a las clases que impartía en centros cívicos o a particulares. «Las clases de este tipo de materias solían ser muy a la carta, adaptándose al ritmo de cada alumno, y el profesor va guiando». Esta empresaria añadió su experiencia como profesora de arte dramático, con un máster en pedagogía, para recopilar sus conocimientos y darles forma como un tipo de enseñanza sistemática pero que a la vez promocionase la autonomía del alumno, como si fuera equiparable a una FP.
Fruto de ese trabajo surgieron los cursos de patronista y confección, patronista escalador (el que sabe hacer un patrón y además lo hace por tallas) y diseño de moda. Estos cursos se distribuyen, según el que sea, entre dos mañanas o dos tardes a la semana, y 6 u 8 horas. También existe la posibilidad de darlos de forma intensiva los sábados por la mañana. Aparte hay monográficos de traje de flamenca, y a partir del curso que viene, que empieza en octubre, de figurinismo (diseño de vestuario mediante dibujos) y diseño digital. «Hay muchísima gente que necesita a personas que sepan cortar y coser, ya que el mundo de la costura está muy envejecido y necesita un relevo generacional», apunta Espinosa.
El conjunto se fortalece con las llamadas clases magistrales. Este año por ejemplo han tenido las de Anula Company, la de Sonia Rojas, de Aldebarán Flamenca, «que nos habló del metaverso y de su forma de trabajar con China», o la de Elena Quiles, de Disoñamos. Además los alumnos asisten a eventos de moda como espectadores, pero también se presentan como participantes. Un ejemplo es el Certamen de Jóvenes diseñadores de Fuente Palmera, que contará con varias alumnas del curso dentro de la competición. Incluso el año pasado, la escuela organizó un desfile de ropa reciclada en colaboración con Sadeco en el Paseo de la Victoria. «Tiendas de segunda mano nos facilitaron las prendas, y los alumnos que participaron debían mezclar varias prendas para crear otra», indica la responsable de La Mariposa de Hilo.
El taller cuenta con tres espacios, uno para las clases teóricas y el taller con todo tipo de máquinas de coser en la plata de abajo; y luego una planta de arriba para el diseño de moda y figurinismo. Las clases son personalizadas y hay seis alumnos por turno.