Córdoba es pródiga en proyectos desechados o inacabados, entre los cuales se pueden incluir muchos sobre los que se habla pero jamás se llevan a término. O se llevan a término pero se quedan a medias o de una forma decepcionante. Otros sin embargo sí tuvieron lugar y se perdieron, formando parte de la historia económica de la ciudad. Uno de ellos, bastante desconocido hoy día, es el hipódromo de 1.500 metros de cuerda que se construyó a unos tres kilómetros de la ciudad, y que acogió importantes pruebas desde finales del XIX a principios del XX, generando un notable movimiento en el mundo del caballo, la hípica y la equitación.
Los orígenes de este hipódromo hay que buscarlos en la ‘Sociedad Cordobesa de Carreras de Caballos’. Ya a finales de noviembre de 1863, como recoge el ‘Diario Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos’ (no confundir con el posterior Diario Córdoba que llega hasta nuestros días), se indicaba que tal sociedad estaba por gestarse, y que entre sus propósitos se encontraba construir un hipódromo y un circo. «Nos parece excelente este pensamiento y coadyuvaremos por nuestra parte todo lo posible á fin de que se llegue á realizar» (sic).
Aquí entra en juego la feria de Córdoba, ya que se celebraban carreras de caballos. Para ellos se construían instalaciones efímeras. Por ejemplo en mayo de 1865 se apuesta porque tal instalación provisional esté en el Campo de la Merced. Lo pueden leer aquí en el mismo diario. Pero es que el mismo problema seguía en 1872. En esta noticia se puede ver cómo ese años las carreras de la Feria serán en la carretera de Trassierra como en otras ocasiones lo fueron en las de Madrid. Y se vuelve a solicitar la construcción de un hipódromo, aunque sea provisional. La Feria de la Fuensanta no era ajena a estas controversias. Esto muestra que había una notable afición a este deporte y demanda en todas las clases sociales. Pero también, como podemos comprobar en abril de 1877, que la feria pesaba mucho en este aspecto. Aquí leemos que quizá para el año siguiente se cuente con hipódromo, impulsado por una sociedad de jóvenes constituida anteriormente.
LA SOCIEDAD CORDOBESA DE CARRERAS DE CABALLOS
¿A qué sociedad se refería? A la ‘Sociedad cordobesa de carreras de caballos’, constituida de manera informal en 1876, y que se consolidaría el 17 de febrero de 1878 (aunque como podemos leer aquí ya estaban dando pasos firmes en 1877) Su presidente, el Conde de las Casillas de Velasco. Se trató de una iniciativa popular en la que los socios fundadores desembolsaron 1.300 reales. El hipódromo se instaló, como recoge ‘masdehipódromos’, a tres kilómetros de la ciudad, en dirección a Sevilla y en el paraje conocido como Ajibejo. Ya en la primavera de ese año tienen lugar las primeras carreras. La página describe así al lugar: «Las tribunas eran de madera y en su aspecto externo se dosificaban adecuadamente sencillez y elegancia. En la planta baja estaban situadas la sala del Jurado, la de Secretaría, el recinto de peso, un vestuario, una enfermería, el lugar donde se realizan las apuestas mutuas y un buen servido de restaurant. La primera planta tiene en primera línea los palcos, con capacidad para 10 sillas. Tras ellos unas filas de gradas y, superándolas en altura, las delanteras de tribuna y la tribuna general. Todo el conjunto representaba un cómodo aforo para 900 personas. La pista, de 1.500 metros de cuerda, era excelente, según consideración de los técnicos, y la capacidad de sus cuadras para albergar caballos se situaba en 40. Como otras sociedades, en su momento, cuenta con la protección del Rey y S.A.R.la Infanta Isabel».
El ‘Diario de Córdoba’ recoge en su ejemplar del 28 de mayo de 1878 que la inauguración del hipódromo de Turruñuelos tendrá lugar en los días 12 y 13 de junio de 1878. Como pueden leer aquí estaban previstas cinco carreras cada día. La expectación era tal que la prensa local de entonces dedica el 12 de junio el equivalente a un especial centrado en las carreras de caballos en general, una especie de historia resumida. Aquí la pueden leer. Pero es que tuvo continuación al día siguiente, pues se dividió en dos partes. Aquí tienen las segunda. En ese mismo ejemplar, en la sección ‘Gacetillas’ pueden leer los resultados de la primera carrera, y aquí tienen los de la segunda, donde se cuenta el éxito del evento y se felicita a la ‘Sociedad cordobesa de carreras de caballos’.
Además de acoger carrera de caballos, el hipódromo incluyó otro tipo de eventos, como tiro al pichón. El primer día de esta modalidad, como pueden leer aquí, tuvo lugar un lluvioso 1 de junio de 1887 a las 15:30. El tiro al pichón continuó durante años.
El hipódromo acogió tiro al pichón
La actividad del hipódromo seguía en 1910, cuando se pone en marcha por todo lo alto un concurso de 15 obstáculos, con una carrera específica para militares y otra abierta llamada Guadalquivir. Aquí se anunciaba ya. Participarían oficiales de los regimientos cazadores de Alfonso XII, además de lanceros de Sagunto y Villaviciosa. Lamentablemente se suspendió por las lluvias, que dejaron en mal estado los caminos de acceso. Se intentó retomar a principios de junio de ese año, se volvió a suspender, y al final consiguió llevarse a buen puerto, nunca mejor dicho por el agua caída.
El hipódromo sigue su actividad con competiciones de ese estilo. Como curiosidad aquí se puede leer que se pone en marcha el concurso para arrendar el restaurante del lugar. En 1915 continúa su actividad durante la Feria de Nuestra Señora de la Salud, de hecho se percibe cierto engorro por la distancia a la que estaba situado. En 1920 la afición seguía con entusiamos, como se puede leer en este diario del 2 de junio. En 1921 el hipódromo empieza a conocerse popularmente como ‘Hipódromo Electromecánica’.
A partir de ahí al hipódromo parece habérselo tragado la tierra, aunque lo más probable fue que desapareciera precisamente por la paulatina urbanización de los que sería el barrio de Electromecánicas, que en realidad fue la suma de tres barrios, donde se llegó a construir zonas comerciales, escuelas y un campo de fútbol.