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En los últimos años, las empresas tecnológicas han empezado a multiplicarse en Córdoba en multitud de campos, conforme surgen nuevas necesidades por parte de los clientes y el entorno económico. ‘Heimdall Technologies‘ es una startup cordobesa dedicada a desarrollar plataformas con etiquetas inteligentes para comunicar y verificar información en tiempo real sobre servicios o productos. Emplea para ello la identificación por radiofrecuencia, conocida por las siglas RFID, lo que no requiere para el usuario el concurso de una app.
‘Heimdall’ trabaja para multitud de sectores pero dentro de dos líneas de negocio fundamentales, como explica la responsable de comercialización, expansión y nutrición de la empresa, Mónica Blanco. La primera para la automatización de los distintos procesos en la cadena de producción de empresas del sector industrial, donde entran factores como el control presencial de los operarios, o los controles de stock o inventario entre otros factores. La segunda es el uso de etiquetas inteligentes para comunicar y verificar información en tiempo real de un producto con el que interacciona un consumidor. «Es crear un canal de comunicación entre el cliente y la empresa a través del producto», detalla Blanco.
Por ejemplo imaginemos un determinado producto, una botella de aceite, en la estantería del supermercado. Al acercar el móvil, el posible comprador obtiene información sobre el producto gracias a que aparece una interfaz en su dispositivo. Los datos pueden ser de todo tipo, desde la almazara en este caso hasta la trazabilidad del producto o sus características organolépticas. Pero a su vez se extraen datos de ese usuario, desde el navegador que utilizan hasta en qué ubicación están viendo el producto, el sexo o la intención de compra entre otros muchos. Esos datos se utilizarán para mejorar la estrategia de marketing o logística.
‘Heimdall’, que cuenta también como fundador con Francisco de la Rosa, trabaja en toda España y además tiene un partner estratégico en Europa, la empresa ‘i-tar.world’. La empresa cordobesa se constituyó en el año 2018. Blanco procedía de otro mundo, el de la gerencia más tradicional, pero vio una necesidad en el mercado junto a su socio, el de la verificación de la información en productos pero saliéndose de los famosos códigos QR, que al fin y al cabo es el traspaso de un texto e imagen de un sitio a otro. Se decantaron así por la tecnología RFID, que además aporta un código único a cada etiquetado. Además la empresa añade una contraseña para que el proceso esté protegido.
Entre otros clientes, ‘Heimdall’ trabaja para empresas como Eroski o el Grupo AN.
