Localización
Aguas de Villaharta, el proyecto de balneario, restaurante y hotel del matrimonio compuesto por Máximo Doval y Lourdes Bellido, encaminará sus pasos hacia convertirse en un centro Wellness, «donde vengas a curar cuerpo, mente y alma», ha declarado el propio Doval, responsable de este lugar que empezó sus pasos en el 2015. El carácter del lugar se podría calificar hoy día como revolucionario, pues para la pareja, y desde el punto de vista empresarial, resulta vital el fomento de la doctrina social de la Iglesia católica. Dicho concepto, en un país descreído o a veces abiertamente anti-religioso, cuando no propenso a adoptar espiritualidades exóticas y foráneas como si fuesen a la carta, se convierte hoy día en un camino personal e innovador. Y en ese camino irán añadiendo servicios a los ya existentes. «Hoy día las mayores enfermedades que existen no son solamente las de índole físico, sino también emocional».
En el año 2015, Doval deja su puesto en de director del Mercado Victoria para recuperar el balneario de la familia y revalorizarlo. Entonces funcionaba alquilado a otra empresa, e iniciaba una cierta fase de deterioro. Fue necesaria por tanto una notable inversión para mostrarlo como es. El origen remoto de este sitio sin embargo se encuentra en el siglo XIX, cuando en Villaharta llegaron a funcionar cuatro balnearios. Dos fueron los más famosos, que tuvieron entre ellos una encarnizada competencia: el Gran Hotel Santa Elisa y el Balneario de Fuente Agria. Aguas de Villaharta sería el bisnieto o tataranieto de Fuente Agria por su cercanía, aunque las instalaciones ya no tengan nada que ver. Del Gran Hotel Santa Elisa quedan algunas estructuras en mitad del campo.
Desde aquel tiempo, las aguas de la zona fuero alabadas por sus propiedades, que se mantienen hoy día y, como especifica Doval, gracias a estudios científicos contemporáneos. Estas aguas minero-medicinales ferruginosas (alto contenido en hierro). «Históricamente se han utilizado para el alivio de enfermedades como la anemia, la alopecia o cualquier mal que provenga de una falta de glóbulos rojos en la sangre», detalla el propietario de Aguas de Villaharta. A esto se unen sus propiedades para la piel, y en ese ámbito resulta idónea para la psoriasis o el acné.
AMPLITUD DE OFERTA
Además de las habitaciones propias de un hotel rural, Aguas de Villaharta cuenta con un hamman con los clásicos baños fríos, templados y calientes, además de tratamientos faciales, masajes relajantes, masajes deportivos o diversos tratamientos para la piel, entre otros. A esto se sumará en breve el uso terapéutico del agua, gracias a la recuperación por parte del Ayuntamiento de la ciudad de la llamada fuente de Malos Pasos, lo que aseguró a finales de 2020 la vuelta de ese agua ferruginosa tan afamada desde hace décadas y décadas.
Junto a ello el restaurante Hierro, basados en productos del campo, bien procedentes de la huerta, bien de la caza. «Nuestra cocina es muy natural, toda elaborada en casa, no hay nada ni de quinta gama siquiera», afirma Doval. Su gastronomía se caracteriza por el producto de cercanía, en gran medida ecológico, y va desde la perdiz o diversas aves a la trucha. Incluye la recuperación de viejas recetas casi perdidas.
Asimismo, Aguas de Villaharta cuenta también con espacios para eventos, todos ellos personalizados y siempre en relación a las particulares características, además de pack de escapadas, donde se aúnan diversas ofertas.