A punto de cumplir 40 años, Sinelec Fire Protección lleva décadas siendo una referencia en el campo de los equipos y sistemas contra incendios, una pionera en un tiempo en el que, como ha rememorado su gerente, Vanesa Mediavilla, no existían en Córdoba mas que otras dos empresas del ramo. Nos remontamos a 1984, cuando el matrimonio compuesto por Alfonso Mediavilla e Isabel Fernández inician una trayectoria que, en principio, fue desempeñada a modo de autónomo, constituyéndose la empresa como tal en 1989. Primero se desarrolló la labor en un local en la avenida de Libia y más tarde desde la actual sede en Las Quemadas.
Empezaba entonces la historia de una empresa familiar cordobesa en un sector en constante evolución. De hecho, en aquellos inicios, Mediavilla y Fernández tuvieron que adaptarse a normativas mucho más laxas en España a las que estaban acostumbrados en Venezuela, lugar al que habían emigrado y donde ya contaban con experiencia. Allá la legislación tenía una notable influencia estadounidense y era, en ese sentido, más rigurosa y moderna, en un sector más avanzado sin duda en el país hispanoamericano. «De hecho en aquella época, las otras dos empresas cordobesas que se dedicaban a lo mismo ni siquiera estaban dadas de alta en Industria, donde nosotros fuimos los primeros en registrarnos legalmente».
Vanessa Mediavilla
Desde los años 80 hasta ahora, el sector contra incendios se ha transformado tanto en lo que respecta a la tecnología como en cuanto a normativa. La gerente de la empresa e ingeniera, Vanesa Mediavilla, se congratula por los avances precisamente en el ámbito de la legislación, donde se ha ido profesionalizando el mundillo. «Todo ha de quedar ahora bien registrado en las tablas, por ejemplo antes sólo se registraba al empresario y el ingeniero, pero hoy día también queda constancia de los técnicos, es decir, se amplía la responsabilidad; o bien casos como que el ingeniero antes podía ser autónomo y estar un tiempo con una empresa y otro con otra empresa, eso ha cambiado y debemos tener al ingeniero en plantilla», indica Mediavilla.
LA CLIENTELA
Los clientes de Sinelec van «desde el pequeño comercio que tiene un extintor en su tienda hasta empresas más grandes como supermercados, centros médicos e industrias; también comunidades de vecinos», detalla la gerente. La empresa en este sentido se ocupa de todo lo que incluye la protección activa contra incendios, es decir, «instalaciones de detección de incendios y de extinción, ya sea por gas, por agua o por espuma, además del mantenimiento que conlleva». Dentro de la protección pasiva también trabajan las puertas RF, también conocidas como puertas cortafuego.
Vanesa Mediavilla considera que en España todavía se podría mejorar la lucha contra los incendios, por ejemplo normalizando la colocación de rociadores en los edificios, que la gerente recuerda con sentido del humor son conocidos como «los periquitos del techo». También favoreciendo botones para dar aviso de incendio en cada piso, similares por ejemplo a los que cuentan las personas que reciben ayuda a domicilio.
Mientras estas posibilidades llegan, Sinelec se dirige paso a paso hasta un horizonte al que llegan pocas empresas: el cumplimiento del medio siglo. El 2034 está a la vuelta de la esquina.
