El aparcamiento del Gran Capitán fue un proyecto que mantuvo el Ayuntamiento de Córdoba a principios de los años 80 como forma de proveer de aparcamiento a los residentes y compradores del centro comercial de la ciudad.
El día 1 de marzo de 1984 se aprueba en el Pleno la construcción del párking. Entre finales de junio y principios de julio del año 1984 empiezan las obras del aparcamiento del Gran Capitán, pero comienzan a aparecer restos desde los primeros días, de hecho ya el día 26 de julio sale a la luz el primer mosaico. Posteriormente en agosto siguen haciéndose públicos nuevos restos arqueológicos. Entre ellos, y además de mosaicos, esculturas romanas de época tardía, un muro árabe y monedas de la era de Constantino.
Es por ello que se llega a un acuerdo entre Julio Anguita, alcalde de la ciudad de Córdoba y la Dirección General de Bellas Artes para la presencia de arqueólogos, que no impiden, que se destrocen los restos aparecidos entre la calle Góngora y calle Conde de Robledo, motivo por el cual el 10 de diciembre del año 1984 estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras consiguen parar las obras acompañados de algunos de sus profesores. Lanzaron globos de colores y aviones de papel y se introdujeron en una de las zanjas en la que las palas excavadoras habían destrozado parte de un mosaico romano, un trozo de escultura y piezas de cerámica. El ingeniero jefe de la empresa constructora Saba, Mariano Martín, solicitó la intervención de las fuerzas del orden, sin resultado, y presentó una denuncia en el juzgado de guardia.
El 11 diciembre de 1984 se paralizan las obras por orden de la Junta de Andalucía y en atención a un informe del Consejo Andaluz de Arqueología. El alcalde Julio Anguita acata dicha orden pero sin estar en absoluto conforme. El párking no solo era uno de los platos fuertes de su proyecto de gobierno sino que se preveía una fuerte indemnización a la empresa constructora.
Los siguientes meses son totalmente estériles porque no se llega a ninguna solución, hasta que en julio del año 1985 se produce el enterramiento del yacimiento arqueológico para crear un gran bulevar peatonal. En principio el suelo escogido fue albero. A la operación de enterramiento propuesta por concejales del Ayuntamiento se le denominó Operación Walkyria
En octubre de 1985, la oposición acusó a Anguita de saber que se encontrarían restos arqueológicos, tomando como base una carta oficial de la entonces directora del Museo Arqueológico, Ana María Vicent, sobre tal hecho. Esa carta se envió tres meses antes del inicio de las obras.