La primera escritura existente de la casa situada en la calla Judíos 4 data de 1700, aunque el inmueble es anterior. En ella el propietario deja en herencia un dinero para que se oficien misas por su alma y también una manda de cuatro arrobas de aceite anuales para la iglesia. El lugar parecía predestinado, pues tras años de reformas ha abierto sus puertas como Olivid Judería, tienda especializada en aceite de oliva y vinos.
«Cuando leí eso me encantó», indica su propietario Juan Antonio García, cuya relación con el aceite y los vinos viene de lejos, no en vano tuvo un establecimiento también llamado Olivid en la calle Ángel de Saavedra en el año 2013. Fue la primera tienda de Córdoba especializada en aceites, mucho antes de que empezasen a emplearse términos como oleoteca.
Curiosamente la trayectoria laboral de García antes de abrir el primer comercio de Olivid se centraba en un mundo muy distinto, el de las ong’s. En un momento determinado decidió formarse en lo que era su gran pasión, los aceites y los vinos, ya que además consideraba que tenía dotes naturales para este mundillo, algo que resume con gran sentido del humor: «siempre he tenido un sentido del olfato que es como un superpoder».
De esta manera pasó por el Instituto de la Grasa de Sevilla y otras instituciones en Jaén o Priego de Córdoba, también se formó como técnico de vinos y vinagres en la Universidad de Córdoba o en los cursos de enología del Aula del Vino presidida por Manuel López Alejandre. Actualmente es jurado habitual en los premios Mezquita.
Tras dos años de Olivid en Ángel de Saavedra adquirió la casa de Judíos 4 topándose con la riqueza histórica del lugar y…con la Gerencia de Urbanismo.
CASA CON HISTORIA
Y es que la antigua muralla de Córdoba cuenta con varios tramos dentro de la tienda y hoy es un llamativo ornato más, convirtiendo a Olivid Judería en un sitio singular. «Además hay un arco mudéjar y como argamasa apareció también un capitel», detalla el responsable del lugar, que se tuvo que topar de lleno con la rigurosa normativa en materia de restos arqueológicos, algo que ha retrasado años la apertura del establecimiento.
La elegancia en la decoración en la que destaca la muralla, convierten a este comercio cordobés en una boutique del aceite, como así se lo hicieron saber algunos clientes al propietario. «Al principio el término me molestaba porque se asocia a la exclusividad, pero lo cierto es que los aceites de Córdoba son los mejores del mundo junto a los de Apulia, en Italia, por lo que si tienen que estar en algún sitio…tienen que estar en una boutique».
LA OFERTA, SOBRE TODO CORDOBESA
La tienda ofrece fundamentalmente aceites de oliva virgen extra de Córdoba, de máxima calidad y de múltiples variedades «aunque de la que más tengo -y la que más me gusta- es la hojiblanca, que es un perfume». La mayoría de ellos se incluyen en las denominaciones de origen de Priego, Baena o Montoro. En cuanto a vinos, Olivid se centra en los de la denominación Montilla-Moriles, además de una buena representación de tintos andaluces con personalidad.
Olivid Judería cuenta también con vinagres y licores, por ejemplo ginebras destiladas en Córdoba, alguna de ellas con cannabis, y también licores tan sugerentes como los de gachas o pastel cordobés (como lo leen, hay un licor de pastel cordobés). También hay algunos productos de cosmética elaborados con aceite de oliva.
Además el establecimiento tiene una zona de degustación para los productos, presentaciones y «gozo con los amigos», bromea Juan Antonio García.
Olivid Judería abre todos los días en horario de 11 a 20.
